En los cafés de la ciudad.

En la estación de servicios, los autos cargando el brebaje negro que les da vida. Vamos controlando esa vida, respiro de muerte en el humo de un cigarrillo venido a menos. El señor mira el pulmotor, como quien no quiere la cosa, a través del vidrio que a veces es espejo (en cuanto a cómo lo enfoqués) y a veces es puerta (en cuanto lo atraviesen mientras estés enfocando). Despliega un cartel luminoso frente a su cara y escribe sobre el:

09:00 hs Turno con el odontólogo

10:00 hs Desayuno Sigue leyendo